El son de una pena

397 El son de una pena Un triste recuerdo se asoma para atormentarle los días el mismo que viste su pena y carga el peso de la herida, la niña no era un espejismo tampoco lo era su son sus ojos eran un espejo reflejo de su corazón. El daño no había olvidado tan solo apresaba el dolor para que no vuelvan las noches de llanto y de desolación, con risas disfrazaba angustias para adulterar el final ocasos teñidos de sangre resisten el volver atrás, sin pena va el no condenado ajeno al tormento de ayer pues ésta se abraza a la niña que a golpes intenta crecer. RICKY ROSE